Escucha activa: Cómo ser un buen oyente
¿Sabías que las habilidades de escucha activas podrían ser tu mayor activo social? ¿Crees que eres un buen oyente? ¿La gente te pide que compartas sus éxitos, fracasos y problemas? ¿Su jefe aprecia sus opiniones? ¿Tu pareja se abre a ti? ¿Tus amigos confían en ti con sus secretos más profundos? Si la respuesta a estas preguntas es sí, es casi seguro que es un buen oyente.
Pero no eres un buen oyente:
- Tu mente vaga cuando hablas con ella
- No recuerdas las instrucciones
- Te concentras en lo que vas a decir a continuación
- Usted está deseando que el altavoz se detenga para que pueda hacer una refutación
- Interrumpes
- Estás concentrado en otra cosa
- Haces dos o más cosas a la vez mientras alguien te está hablando
- Tu mirada vaga por la habitación
- Giras la conversación por ti mismo
- Estás cambiando el tema en algo de lo que quieres hablar
- Usted ofrece consejos cuando no se han solicitado.
Cómo practicar la escucha activa
- Lea la lista anterior y comience a hacer lo contrario.
- Sé consciente del momento. Deja de escribir mentalmente tu lista de la compra o de planificar una cena y presta atención a las palabras que escuchas.
- Repita las instrucciones o pida explicaciones si no lo entiende.
- No pienses en lo que vas a decir a continuación. El contexto puede cambiar con lo que la otra persona está diciendo y sentirás que has ido en una tangente.
- Al igual que tú, la otra persona merece hablar, así que déjalo hacerlo. No interrumpas, porque crees que tus palabras son más importantes que las de ellos.
- Deja tu teléfono. Aléjate de tu portátil. Deja de prestar atención a esta otra conversación que está teniendo lugar cerca.
- Traiga su mirada de vuelta al altavoz. No tienes que mirarlos con cuidado, pero hazles la cortesía de mirarlos cuando hablen.
- No se trata de ti. No ofrezca sus puntos de vista, observaciones u opiniones si no son necesarios. Puede hacer esto una vez que el orador ha terminado y es obvio que quiere escuchar su punto de vista. En otras palabras, respeta a la otra persona.
- Cambiar el tema sólo si el tema actual está agotado y ha llegado a una conclusión natural.
- No ofrezca consejos a menos que se le pida que lo haga.
- Si no puedes prestar toda tu atención a la otra persona, di lo. Dígales que la conversación es importante para usted y que desea reanudarla más tarde. Planifique una hora específica, no deje que flote vagamente.
Cómo escuchar a tu pareja
Las conversaciones con socios a largo plazo pueden ser fácilmente parte de un esquema. Sabemos lo que dirán. A menudo hemos oído eso antes. Pero, honestamente, puedes decir que escuchaste bien. Tal vez si les das toda tu atención, no sentirán la necesidad de repetirse.
Cuando se quejan de su comportamiento en lugar de ponerse a la defensiva y seguir en contraataque, realmente escucha lo que dicen. Por ejemplo, crees que se quejan de que no limpias después de la cena de la noche anterior. Lo rechazas porque son los gemidos habituales y deberían relajarse. Si prestaste atención y los escuchaste, es posible que encuentres que tuvieron un día estresante. Encontrar una cocina llena de platos sucios y encimeras desordenadas fue la gota que colmó el vaso. Incluso pueden sentirse ansiosos e incómodos tratando de explicarte cómo se sienten debido a la probabilidad de luchar. ¿Por qué querrías que tu amor se sintiera así? ¿No sería beneficioso para ti y tu relación si te disculpas y tratas de no ser tan desordenado en el futuro?
Tu relación podría ser mucho mejor si practicas buenas habilidades de escucha activa:
- Sé empático. Intenta ver las cosas desde el punto de vista de tu pareja. Imagínate cómo se sienten. ¿Cómo te sentirías si fueras ellos? Para hacer esto, debes escuchar sus palabras y mirar su lenguaje corporal.
- Tratar lo que dicen reuniendo toda la historia – no sólo los hechos, sino también lo que piensan de la situación.
- Haga preguntas y responda en consecuencia. Usa "¿Así que lo que estás diciendo es …?" y "No sabía que te sentías así por …"
- Tener una conversación apropiada al menos una vez al día. Tómate el tiempo para escucharte a ti mismo.
Profundizar las amistades con la escucha activa
Es divertido estar con tus amigos y charlar felizmente. Al final de su reunión, ¿se dio cuenta si alguno de ellos estaba en silencio? ¿Infeliz? ¿Tensionado? ¿Perturbado? Escuchaste lo que dijo o estabas demasiado atrapado para prestar atención. ¿Has dejado de lado sus preocupaciones para animarlo y mantener un estado de ánimo positivo?
Tómate un momento para dedicar el cien por cien de tu atención. Pida al resto del grupo que guarde silencio mientras les da la oportunidad de hablar. No desestimes su problema. Escúchala. Sé un buen amigo.
Escucha activa en el trabajo
El entorno de trabajo puede ser extremadamente distraído, por lo que cuando un compañero de trabajo se acerca a su oficina, asegúrese de darles toda su atención. Puedes aprender algo.
Cuando tu jefe te hable, deja de pensar en su aliento de ajo y escucha lo que te pide. Repita todas las instrucciones.
En las reuniones, apague el teléfono. Deje de enviar mensajes de texto debajo de la tabla. No dejes que tu mente vague. Escuche al orador y tome notas para recordarle los puntos clave. Haga preguntas en el momento adecuado.
Si está supervisando a otras personas, asegúrese de practicar la escucha activa en todo momento. A menudo tiene que leer entre líneas para garantizar el bienestar de su personal. Saber lo que están diciendo, incluso si son indecisos para decirlo. Haz preguntas, responde apropiadamente, repite todo lo que no entiendas. Di: "¿Entonces lo que estás diciendo es…? ¿Es eso correcto?"
En la imagen de arriba, ¿puede identificar quién está escuchando activamente y dejando que su atención vague?
Los beneficios de ser un mejor oyente
Al cultivar una personalidad auditiva activa, descubrirás que te vuelves más atento y capaz de vivir en el momento presente. El hábito de enfocarte en el discurso de otras personas te trae aquí y ahora, algo que es beneficioso en todos los aspectos de tu vida.
Las relaciones se vuelven más sensibles y bidireccionales. Saber que su pareja respeta y aprecia su opinión es un gran impulso para cualquier relación. Lo mismo ocurre con tus hijos. Un niño que se siente escuchado también se siente valorado.
La escucha activa le ganará el respeto de sus colegas y superiores. Usted tendrá una reputación de ser alguien de quien buscar consejo. Alguien cuyas opiniones merecen ser escuchadas. Notarás que al escuchar atentamente, también animas a otros a hacer lo mismo.
Escuchar activamente hará de tu mundo un lugar mejor.
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