Que tengas un buen día: toma buenas decisiones
Decide tener un buen día
En cada momento del día, tú decides. Dejando de lado los eventos que no puedes controlar, esas pequeñas elecciones instantáneas que tomes determinan si tienes un buen día o un mal día.
Comencemos con algunas sugerencias sobre cómo prepararnos físicamente para un buen día. A continuación, examinaremos cómo y por qué la forma en que pensamos afecta la calidad de nuestros días.
Un buen día comienza el día anterior
Estás listo para tener un buen día si empiezas temprano. Como el día anterior. Las buenas opciones incluyen:
- Selecciona tu atuendo y prepáralo.
- Vete a la cama 30 minutos antes.
- Ignora tu teléfono. La luz de la pantalla estimula el cerebro y retrasa el sueño.
- Espera que tengas un buen día escribiéndolo en tu diario.
- Lee un libro de verdad y deja a un lado cuando tus párpados empiecen a hundirse.
- Ajuste la alarma 10 minutos antes. Estos pocos minutos te dan una ventaja por la mañana y te hacen sentir virtuoso.
Un buen día necesita un buen comienzo
- No presiones el botón de repetición. No pienses lo difícil que es sobrellevarlo por la mañana. Abre los ojos, deja entrar la luz y levántate. Sigue tu rutina habitual.
- Desayuna, incluso si es sólo una fruta o un solo huevo revuelto. No abras el tarro de galletas.
- Dígase a sí mismo que será un buen día y que está en un buen comienzo.
- Sea consciente de su diálogo interno
Tu diálogo interno dicta tu día
Tu diálogo interno es tu conversación interna contigo mismo. Es el comentario constante del ego en tu cabeza. Estos pensamientos determinan la calidad de tu día, tu semana y tu vida.
Esta voz interna es el resultado de filtros, percepciones y creencias que has adoptado como propias. La auto-conversación que llena su momento de vigilia también crea más filtros y creencias, cementándolos en su lugar, día tras día, minuto a minuto.
Con este filtro, usted toma sus decisiones y juicios sobre las personas, situaciones y todos los comentarios que recibe a través de sus sentidos. Puede reemplazar su diálogo interno predeterminado en cualquier momento para crear la realidad que desee. Puedes crear un buen día porque quieres.
Cambio del filtro
Es difícil no volver a nuestro marco predeterminado, nuestro diálogo mental habitual, estos juicios fáciles de formular que coloran nuestra vida cotidiana. Es como si no tuéramos elección. Nuestros pensamientos son nuestros pensamientos y en ese momento no podemos elegirlos porque simplemente suceden. Con el fin de romper la charla interna, debemos decidir cambiarla.
Visualiza tu diálogo como un filtro real en tu mente. Se puede ver como un papel o superficie de muselina a través de la cual circulan todas sus percepciones sensoriales. Sólo los que se ajusten a tus convicciones pueden pasar. Este filtro está obstruido ahora, por lo que su diálogo interno tiene un rango estrecho. Es hora de cambiar el filtro.
Tómese unos minutos para sentarse tranquilamente. Respira profundamente y lentamente. Imagine reemplazar su filtro con un nuevo filtro limpio. De hecho, ¿lo ves físicamente eliminado como un apicultor elimina un panal lleno. Reemplácelo ahora por un filtro limpio y vacío. Esto se llama una "mente abierta". Estás abierto a nuevas ideas, creencias y puedes suspender tu juicio. Te sientes libre. Ahora puedes tomar nuevas decisiones.
El sesgo de negatividad
explica que nuestros cerebros están conectados con un sesgo de negatividad. En otras palabras, tendemos a ver eventos que confirman nuestras opiniones negativas más fácilmente de lo que vemos de otra manera. Esto se debe a que nuestros antepasados vivían en un "modo de supervivencia" – tenían que ser conscientes de los peores resultados posibles de una situación para mantenerse con vida. Nuestro mundo ya no es así. Ser consciente del sesgo de negatividad integrado está a medio camino de cambiar nuestro diálogo interior.
Para cambiar nuestro sesgo de negatividad, debemos elegir activamente reemplazarlo por un positivo. Una técnica es practicar la gratitud y el aprecio. Había una anciana que llevaba un aura de gracia, convivencia y felicidad. La gente le preguntaba cómo siempre era tan positiva. "Siempre he sido una persona agradecida".
Pequeñas opciones que marcan la diferencia
En cualquier momento, usted puede elegir. Usted toma un millón de pequeñas decisiones y juicios a lo largo del día. La mayoría son sólo pensamientos en tu cabeza. Nadie más lo experimenta excepto tú. Puedes pensar negativamente, pero tienes una actitud positiva para parecer dispuesto. ¿Por qué no cambiar eso pensando y actuando positivamente?
No reaccione automáticamente. Cuando se enfrente a una situación, respire y decida aceptarla o alejarla. Por ejemplo, tu jefe te pide que presentes un informe. Usted puede elegir en su mente para aceptar la tarea con gracia o gemir mentalmente al respecto. De todos modos, sabes que tienes que hacerlo, por lo que también puedes ser positivo, tanto interna como externamente.
Mira lo que sale de tu boca
No queremos decir sus palabras, aunque también importan. Ten cuidado cada vez que suspiras con frustración o te quejas por una perspectiva no deseada. Incluya balanceo ocular y otras expresiones faciales de este tipo. Incluso OMG, cuando lo haces para tratar de ser divertido. Estas pequeñas acciones confirman, cementar, apoyar y enfatizar su elección para activar el filtro de negatividad. No te das cuenta de la frecuencia con la que lo haces.
¿Fue un buen día?
Pasaste todo un día tomando decisiones diferentes, ¿cómo te fue? Tómate un tiempo para pensar en los cambios que has hecho y si te han ayudado a tener un buen día. Diario lo que sentías trabajado y lo que no. Defina su intención de intentarlo de nuevo. Mañana hay otro hermoso día.
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